jueves, 25 de agosto de 2011

Algunas Enfermedades de transmision a causa de la Prostitucion

Gonorrea: La gonorrea es una enfermedad de transmisión sexual (ETS), causada por la Neisseria gonorrhoeae, una bacteria que puede crecer y multiplicarse fácilmente en áreas húmedas y tibias del aparato reproductivo, incluidos el cuello uterino (la abertura de la matriz), el útero (matriz) y las trompas de Falopio (también llamadas oviductos) en la mujer, y en la uretra (conducto urinario) en la mujer y el hombre. Esta bacteria también puede crecer en la boca, la garganta, los ojos y el ano.













Herpes genital

El herpes genital es una enfermedad de transmisión sexual (ETS) causada por los virus del herpes simple tipo 1 (VHS-1) y tipo 2 (VHS-2). La mayoría de los herpes genitales son causados por el tipo VHS-2. La mayoría de las personas infectadas por el VHS-1 o VHS-2 no presentan signos ni síntomas de la infección o presentan síntomas mínimos. Cuando se manifiestan los signos, usualmente lo hacen en forma de una o más ampollas en los genitales o el recto o alrededor de los mismos. Las ampollas se rompen formando úlceras dolorosas (llagas) que pueden tardar de dos a cuatro semanas en curarse la primera vez que se presentan. Típicamente, puede presentarse otro brote semanas o meses después del primero, pero casi siempre es menos intenso y de más corta duración. A pesar de que la infección puede permanecer en forma indefinida en el organismo, la cantidad de brotes tiende a disminuir a medida que pasan los años.


El papel de la detección y el tratamiento de las ETS en la prevención del VIH
Las personas infectadas por ETS tienen una probabilidad de por lo menos dos a cinco veces mayor de contraer el VIH, si están expuestas al virus por contacto sexual, que las personas que no están infectadas. Asimismo, una persona infectada tanto por el VIH como por otra ETS, tiene mayor probabilidad de transmitir el VIH a otras personas a través del contacto sexual que las personas que están solo infectadas por el VIH (Wasserheit, 1992).
Se cuenta con evidencia biológica considerable que demuestra que la presencia de otras ETS aumenta la posibilidad de contraer el VIH, así como de contagiarlo.
  • Aumento de la susceptibilidad. Las ETS parecen aumentar el riesgo de contraer la infección por el VIH mediante dos formas. Las úlceras genitales (p. ej., sífilis, herpes o chancroide) provocan rupturas en las paredes del aparato genital o en la piel. Estas rupturas le dan un punto de entrada al VIH. Además, la inflamación que provocan las ETS, tanto las que producen como las que no producen úlceras genitales, (p. ej., clamidia, gonorrea, y tricomoniasis) aumenta, en las secreciones genitales, la concentración de células que pueden ser vulnerables al VIH (p. ej., linfocitos CD4+).
  • Aumento de infecciosidad. Las ETS también parecen aumentar el riesgo de que una persona infectada por el VIH transmita el virus a su pareja sexual. Los estudios han demostrado que las personas con el VIH y que están infectadas por otras ETS tienen particularmente mayor probabilidad de propagar el VIH en las secreciones genitales. Por ejemplo, los hombres que están infectados por gonorrea y VIH tienen una probabilidad más de dos veces mayor de tener el VIH en sus secreciones genitales que los hombres que solo tienen el VIH. Además, la mediana de la concentración del VIH en el semen es hasta 10 veces más alta en los hombres que están infectados por gonorrea y VIH que en los hombres que están solo infectados por el VIH. Mientras más alta sea la concentración del VIH en el semen o en las secreciones genitales, mayor será la probabilidad de transmitir el VIH a una pareja sexual.

¿En qué forma el tratamiento de las ETS puede retardar la propagación de la infección por el VIH?

Los estudios clínicos de intervención indican que la detección y el tratamiento de las ETS pueden reducir la transmisión del VIH.
  • El tratamiento de las ETS reduce la capacidad que tiene una persona de transmitir el VIH. Los estudios han demostrado que cuando las personas infectadas por el VIH reciben tratamiento contra las ETS, se disminuye tanto la cantidad del VIH en las secreciones genitales como la frecuencia en que se encuentra el VIH en estas secreciones (Fleming, Wasserheit, 1999).
  • El herpes puede hacer que las personas sean más sensibles a la infección por el VIH y que las que están infectadas por el VIH sean más infecciosas. Es sumamente importante que todas las personas en especial aquellas con herpes, sepan si están infectadas por el VIH y, si no lo están que tomen medidas para protegerse de esta infección.
  • Se están realizando ensayos clínicos entre las personas que tienen tanto herpes como el VIH para determinar si el tratamiento de herpes genital ayuda a prevenir la transmisión del VIH a las parejas.

¿Cuáles son las repercusiones en la prevención del VIH?

La prevención y las pruebas de detección de las enfermedades de transmisión sexual así como los tratamientos contra las ETS, cuando se hacen adecuadamente, pueden desempeñar un papel vital en los programas integrales para prevenir la transmisión sexual del VIH. Asimismo, las tendencias de aparición de las ETS pueden ayudar a determinar en forma más precisa cuáles son los sitios en los cuales podría surgir una epidemia del VIH, lo cual permite utilizar los datos de vigilancia para pronosticar los sitios en los cuales podrían aumentar las tasas del VIH. Es necesario establecer mejores relaciones entre los esfuerzos de prevención del VIH y de las ETS en todo el país para lograr un mejor control de ambas epidemias.
Debido a que existe una prevalencia constantemente alta de ETS en varias partes de los Estados Unidos, y a que hay más evidencias en los EE. UU. de que la epidemia del VIH está infectando cada vez más a las poblaciones con las tasas más altas de ETS curables, el CHAC o Comité Asesor de los CDC y la Administración de Recursos y Servicios de Salud (HRSA) para la Prevención de las ETS y el VIH/sida ha realizado las siguientes recomendaciones:
  • La detección y el tratamiento tempranos de las ETS curables deben pasar a ser una parte explícita de los programas integrales de prevención del VIH a nivel nacional, estatal y local.
  • En las áreas en las que son más frecuentes las ETS que favorecen la transmisión del VIH, se deben incrementar los programas de pruebas y tratamiento.
  • Las pruebas del VIH se deben recomendar siempre a las personas que recibieron un diagnóstico de ETS o se cree que presentan una ETS.
  • Los programas de prevención del VIH y de las ETS en los Estados Unidos, junto con los socios en los sectores público y privado, deben compartir la responsabilidad de implementar estas estrategias.
El CHAC también hace notar que la detección y el tratamiento tempranos de las ETS deben ser solamente una de las partes de un programa integral de prevención del VIH que debe, además, incluir una serie de intervenciones sociales, biomédicas y del comportamiento.


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